top of page

El Argumento Cosmológico Kalam.

  • Foto del escritor: Angel Rafael Sosa Muniz
    Angel Rafael Sosa Muniz
  • 29 mar 2020
  • 12 Min. de lectura

Actualizado: 27 may 2020


* Nota: Cada cita en el texto está marcada con un número entre corchetes. Esto indica un posible comentario o fuente bibliográfica de donde se toma la información.


Además del argumento cosmológico tomista y leibniziano, existe un argumento cosmológico que ha generado un debate intenso en el área de la filosofía de la religión. Este argumento se trata del conocido «argumento cosmológico Kalam».


Ya hemos hablado previamente de él en Exsurge Domine [1], lo hemos hecho desde una perspectiva divulgativa y poco técnica; por lo que ahora consideraremos un enfoque mucho más técnico (sin que llegue a ser imposible de comprender para los más novatos) que de más luz acerca de lo que es el argumento Kalam.


Aclaraciones iniciales y terminología


Antes de comenzar con la enunciación del argumento, es bueno definir ciertos conceptos que nos ayudarán a no perdernos dentro de la estructura lingüística del argumento, producto de las distintas definiciones atribuibles a un mismo objeto.


  • Contingencia: Metafísicamente hablando, la contingencia en el plano ontológico (referente al ser) refiere a la no-necesidad del sujeto al que nos referimos. Esto es: Un sujeto X es considerado contingente si y sólo si su esencia (modo ser) no se corresponde con su existencia. De modo más simple, diremos que los seres contingentes son aquellos que son dependientes de otros para existir, no subsisten por sí mismos.

  • Necesidad: La necesidad en el plano ontológico (y en el epistemológico también) se contrapone a la contingencia. Un sujeto X es considerado necesario si y sólo si su esencia se corresponde con su existencia. O, dicho de otro modo, un ser es considerado necesario siempre que posea la plenitud de su ser en virtud de sí mismo. Esto implica que no necesite de ningún otro para existir. La existencia de un ser necesario se vería explicada por razón de su misma necesidad [2].

  • Infinito potencial: Definimos un infinito potencial como una serie de entidades contingentes, por tanto finitas, tal que, se le puede añadir infinitos elementos. No obstante, ésta serie nunca será un infinito como tal, pues siempre habrá un conjunto finito de elementos que conformen la serie.

  • Infinito actual: Entiéndase una colección infinita de entidades que conforman un conjunto infinito de elementos.


Al igual que el resto de los argumentos cosmológicos, el objetivo es llegar a una explicación fundamental de la realidad física, podríamos decir que los argumentos cosmológicos buscan dar respuesta a la pregunta: ¿Por qué hay algo en vez de nada? Empecemos con el argumento:


Argumento Cosmológico Kalam


El argumento Kalam se estructura como sigue [3]:


  1. Todo lo que comienza a existir tiene una causa

  2. El Universo comenzó a existir

  3. El Universo tiene una causa (M.P.P. 1-2)


Para que un argumento sea considerado sólido, debe de cumplir con dos condiciones necesarias: Ser lógicamente válido y que sus premisas sean verdaderas [4].


Análisis lógico del argumento


Definamos algunos términos en lenguaje lógico.


Sea:






Por lo tanto, el argumento sería como sigue:





Tenemos un argumento deductivo que utiliza el modus ponendo ponens para derivar una conclusión a partir de las premisas.


En la primer premisa el cuantificador universal nos indica que se está aplicando una función B para todo elemento perteneciente al conjunto de los entes contingentes. En nuestro caso, la función B representa la acción de comenzar a existir. La aplicación de la función implica la existencia de alguna causa que provoque la acción de traer a la existencia al objeto.


Notemos que en éste punto del argumento estamos hablando acerca de universales, o sea, tenemos enunciados universales. Es hasta la siguiente premisa cuando comenzamos a hablar en enunciados singulares.


Para la segunda premisa identificamos un elemento particular del conjunto X. Éste elemento se trata del Universo entendido como la totalidad de la realidad física.


Hemos pasado de lo Universal a lo singular, ésta es la naturaleza de un argumento deductivo.


Como hemos convenido en (1) tenemos que al aplicarle la función B al elemento Universo se sigue necesariamente la conclusión de que existe una causa "y" que haya provocado la existencia del Universo.


Muy bien, pues tenemos un argumento deductivo lógicamente válido bajo las reglas de inferencia.


Análisis de las premisas


1. Todo lo que comienza a existir tiene una causa


El filósofo griego Parménides escribe en la primera parte de su poema:


El ser es y el no ser no es.

La tesis fundamental del poema radica en algo muy simple: El ser es y la nada no es [5]. ¿Qué tiene que ver Parménides con el Kalam? La primera premisa del Kalam expone el siguiente dilema: Todo lo contingente tiene una causa o no tiene una causa, de tener una causa entonces proviene del ser, de no tenerla, ¿viene de la nada?


Es algo impropio hablar de la nada como una entidad, pues la nada significa la negación del ser; abusemos un poco del lenguaje y hagámoslo. Veamos, si todo lo contingente no tiene una causa para su existencia, o lo que es lo mismo a afirmar: "Algunas cosas contingentes no tienen causa de su existencia" [6]. La proposición antes mencionada nos hace distinguir entre dos subconjuntos de X: El de las cosas contingentes con causa y el de las cosas contingentes sin causa (llamemos a este último «X'»).


La nada se define como la negación del ser, el no-ser. Ahora, el ser es definido como lo que es, por lo tanto el ser es y como todo lo que es existe entonces el ser existe. Por lo tanto, la nada, al ser la negación del ser, no existe. De ahí que Parménides haya afirmado la cita antes mencionada. Como la nada no es real, no existe, entonces no posee propiedad alguna con carácter ontológico. Esto último nos lleva al siguiente argumento:


  1. Para que X' sea real debe de cumplirse que algunas entidades contingentes salten a la existencia desde el no ser, o sea, la nada. Pues esto último es condición necesaria y suficiente para la existencia de X'.

  2. Si la nada fuese causa de X' entonces la nada tendría impacto ontológico en X', lo que implica que la nada es.

  3. Pero la nada no es

  4. Por lo tanto la nada no puede ser causa de X' (M.T.T. 2-3)

  5. Por lo tanto, no puede haber un X'. (M.T.T. 1-4)


La condición necesaria y suficiente para la existencia de X' es que exista al menos un elemento en el conjunto X que no tenga causa. Por lo tanto, el detractor de la primer premisa del Kalam debe demostrar que existe al menos un elemento del conjunto que no tenga una causa absoluta de su existencia, cosa que, dado el argumento presentado con anterioridad, es imposible.


Esta premisa es una afirmación (aunque de forma implícita) del principio "Ex Nihilo Nihil Fit" que quiere decir: "De la nada, nada sale". Si nos ponemos a pensar un poco nos daremos cuenta que el argumento que presentamos para defender esta premisa otorga fuerte evidencia a favor del principio Ex Nihilo.


Hemos dado un argumento utilizando el Modus tollendo tollens para la inexistencia de tal conjunto de entidades contingentes sin causa para su existencia. Por lo tanto, todo lo que comienza a existir tiene una causa.


2. El Universo comenzó a existir


Hemos pasado de un enunciado universal a un enunciado singular. Esto significa que tomamos del conjunto un elemento (En lógica esto es una regla de inferencia válida llamada «Instanciación universal») y lo sometemos a la función aplicada al conjunto.


Existe muy buena evidencia filosófica y científica que apoye a ésta premisa, pero aquí nos limitaremos a dar dos argumentos, uno científico y otro filosófico.


La naturaleza es un sistema con un dinamismo interno bien definido, esto es evidente al ver los modelados de la física. Estos modelos nos otorgan ciertas características, que nosotros llamamos "leyes", las cuales son proposiciones acerca del funcionamiento de la naturaleza. Dentro de este sistema al que llamamos naturaleza, encontramos subsistemas que cumplen con características unitarias o no. Dentro de estos subsistemas encontramos a la termodinámica. Vamos avanzando en la ciencia mediante el descarte de las proposiciones antiguas a la par de abrazar aquellas que hayan resistido el proceso de descarte utilizado [7] y, precisamente, uno de los modelados más interesantes que podemos encontrar son las leyes que describen los sistemas termodinámicos.


En éste tipo de sistemas, el calor no fluye espontáneamente desde una región fría a una más caliente, o equivalentemente, un calor a determinada temperatura no puede ser convertido totalmente en trabajo. En consecuencia, la entropía de un sistema aislado, o energía por unidad de temperatura, incrementa hacia un valor máximo en donde ya no existiría energía útil, pues toda habrá sido «gastada». Por lo tanto, todo sistema aislado tenderá a un estado de equilibrio donde la entropía describirá un máximo. La asimetría entre los procesos define un nuevo concepto llamado: «Flecha del tiempo». [8]


Pues bien, de lo dicho anteriormente podemos llegar al siguiente argumento:


  1. Todo sistema no ideal implica procesos irreversibles

  2. Describir procesos irreversibles implica un aumento en la entropía.

  3. Este cambio positivo en la entropía implica un desorden en los sistemas termodinámicos

  4. Si existe un desorden en los sistemas termodinámicos, entonces el sistema tiende al equilibrio.

  5. Por lo tanto, todo sistema no ideal presenta un desorden. (S.H. 1-3)

  6. Por lo tanto, todo sistema no ideal presenta una tendencia al equilibrio. (M.P.P. 4-5)

  7. Si existe una tendencia al equilibrio implica la existencia de un estado de máximo de orden en el pasado.

  8. Si existe un estado de máximo de orden, entonces, dada la irreversibilidad del sistema, el proceso termodinámico tiene un inicio temporal.

  9. Por lo tanto, los procesos termodinámicos presentes en todo sistema no ideal tienen un inicio temporal (S.H. 6-8)

  10. Todo sistema se identifica ontológicamente con sus procesos.

  11. Por lo tanto, todo sistema no ideal posee un inicio temporal. (M.P.P. 9-10)

  12. El Universo es un sistema no ideal.

  13. Por lo tanto, el Universo posee un inicio temporal. (M.P.P. 11-12)

  14. Algo que no haya comenzado a existir no posee inicio temporal.

  15. Luego, el universo comenzó a existir. (M.T.T. 13-14)


Para dar una defensa plena de cada una de las premisas que podrían ser atacadas requeriría de una exposición completa de tópicos de termodinámica, cosmología, filosofía de la naturaleza, etc. Para no realizar un escrito tan denso dejaré referencias bibliográficas en las que se puede obtener información que justifique cada premisa. Estas referencias se encuentran al final de éste escrito. [9] La ciencia da buena evidencia a favor de la segunda premisa, esto implica que sea mucho más probable su afirmación que su negación. El problema que vemos es que, como ha dicho Hume [10], y ha dicho bien, el conocimiento por inducción (o relaciones de hecho) es lógicamente incierto, o sea, es susceptible al cambio (entre otras características que aquí no mencionaremos). Por ésta razón, las teorías científicas del día de hoy pueden ser erradas el día de mañana.


De lo dicho anteriormente, es necesario postular un argumento que, en términos Popperianos, se incline por la tautología. Esto significa, un argumento metafísico.


La teoría moderna de conjuntos muestra que si aceptamos ciertos axiomas y reglas, entonces podemos hablar consistentemente de infinitos actuales. Sin embargo, lo que esto logra es, únicamente, proponer una vía discursiva para poder hablar de infinitos actuales sin contradecirnos, pero en ningún momento muestra como es que éste conjunto de entidades matemáticas puedan ser reales o que un infinito actual pueda existir.


Supongamos que realmente existe tal colección infinita de entidades naturales. ¿Qué podríamos esperar de ella? El matemático alemán David Hilbert propuso una ilustración de un conjunto tal de entidades naturales [11]: «Hilbert primeramente nos invita a imaginarnos un hotel común con un número finito de habitaciones. Supongamos, también, que todas las habitaciones estén ocupadas. Si un nuevo huésped llega a la recepción procurando una habitación, el gerente le dice, “lo siento, pero todas las habitaciones están ocupadas”, y ese es el fin de la historia.

Pero ahora, imaginemos, dice Hilbert, a un hotel con un número infinito de habitaciones y supongamos nuevamente que todas las habitaciones están ocupadas. Este hecho debe ser considerado con cuidado. No hay ni una sola habitación vacante en todo el hotel infinito; todas las habitaciones tiene una persona de carne y hueso en ella. Supongamos, entonces, que un nuevo huésped aparezca en la recepción, procurando una habitación. “No hay problemas”, dice el gerente. Él mueve la persona que se hospedaba en la habitación #1 para la habitación # 2, la persona que se hospedaba en la habitación # 2 para la habitación # 3, la persona que se hospedaba en la habitación # 3 para la habitación # 4, y así sucesivamente hasta el infinito. Como consecuencias de esos cambios, la habitación # 1 ahora se hace vacante y el nuevo huésped, agradecido, puede entrar en ella. ¡Pero antes de que él llegara todas las habitaciones ya estaban ocupadas!

La cosa se hace cada vez peor. Supongamos, ahora, dice Hilbert, que una infinidad de nuevos huéspedes se presente en la recepción procurando habitaciones. “No hay problemas” dice el gerente. Él mueve a la persona que se hospedaba en la habitación # 1 para la habitación # 2, a la persona que se hospedaba en la habitación # 2 para la habitación # 4, a la persona que se hospedaba en la habitación # 3 para la habitación # 6, cada vez moviendo el huésped antiguo para la habitación que tiene el dos veces mayor a su habitación actual. Como cualquier número multiplicado por dos resulta en un número par, todos los huéspedes terminan en habitaciones de número par. Consecuentemente, todas las habitaciones impares se hacen vacantes y la infinidad de nuevos huéspedes se acomodan con facilidad. De hecho, el gerente pudiera hacer eso un número infinito de veces y siempre acomodar infinitamente más huéspedes, Aun así, antes de que ellos llegaran, todas las habitaciones ya estaban ocupadas.»


El problema de una colección infinita es que, de existir, generaría en la realidad absurdos lógicos, pero la realidad es inteligible, por lo tanto no pueden existir inconsistencias lógicas. En consecuencia, no puede existir una colección infinita de entidades naturales. El argumento quedaría dado como sigue:


  1. Un infinito actual no puede existir.

  2. Una regresión temporal infinita de acontecimientos es un infinito actual.

  3. Por lo tanto, una regresión temporal infinita de acontecimientos no puede existir. (M.P.P. 1-2)

Si el Universo fuera eterno esperaríamos una regresión temporal infinita de acontecimientos. Por lo que nuestro argumento es consistente.


Conclusión


El universo tiene una causa.


Hemos determinado que el Universo tiene una causa. Ademas habíamos definido al Universo como la totalidad de la realidad espacio-temporal. Por lo tanto, la causa del universo debe de ser trascendente al espacio-tiempo, esto implica inmaterialidad. Como no puede existir una regresión temporal infinita, entonces ésta causa debe de ser incausada, como es incausada entonces también es inmutable y, dado el principio de navaja de Ockham, debe ser única. Como la realidad es inteligible y causada por éste primer ente, entonces ésta causa debe de ser Omnipotente. Finalmente, la causa debe de ser personal, pues, como ha dicho Richard Swinburne [12], hay dos tipos de explicaciones causales: Las científicas y las que involucran un agente con voluntad. Como la causa del Universo escapa del estudio científico por ser un postulado metafísico, entonces la explicación causal debe involucrar un agente con voluntad, o sea, un ser personal.


Habiendo dado un bosquejo muy breve del análisis conceptual de la causa del Universo [13], dejo al lector atribuirle el nombre que quiera a este ente. Aunque, la verdad sea dicha, la evidencia apunta al teísmo. Ésta evidencia hace que, si uno habla en términos probabilisticos, la probabilidad del teísmo sobre el ateísmo incrementa, en términos bayesianos, de manera considerable, lo que implica que deberíamos tener una preferencia sobre el teísmo antes que por el ateísmo.

~ Rafael


Bibliografía, referencias y comentarios:


[1] Véase las entradas más antiguas de la página en Facebook.


[2] Dado el "Principio de Razón Suficiente" (PSR en inglés) y la distinción entre verdad necesaria y contingente de Leibniz.

Existe una definición adicional para el término "necesidad" basada en los mundos posibles, por cuestiones de simpleza y claridad la hemos omitido aquí. Puede encontrar más información en:

Pruss, A. & Rassmusen, J. (2018). Necessary Existence. Reino Unido: Oxford University Press.


[3] Utilizaremos la formulación popularizada por William Lane Craig


[4] Hemos hablado con mayor profundidad de esto en:


https://angelsosa.wixsite.com/horizontedeeventos/post/la-verdad-y-validez-de-un-argumento


[5] Para mayor información: Candel, M. (2016). Ser, verdad y misterio: El poema de Parménides. Disputatio. Philosophical Research, 5:6, pp.93-121.


[6] No me atrevo a proponer la negación universal del principio de causalidad pues pienso que la mera experiencia sensible nos pone de manifiesto que algunas cosas contingentes poseen causa para su existencia. Asumo un realismo metafísico.


[7] Este proceso se encuentra fundamentado en la crítica de Hume a la inducción; posteriormente, Karl Popper adoptaría la crítica de Hume y propondría que el modo de avanzar en la ciencia no es por medio del verificacionismo positivista, sino por el falsacionismo. La ciencia ya no puede hablar de absolutos, sino de enunciados y proposiciones que pueden ser sujetos a cambio. Para mayor información:


Popper, K. (2017). La lógica de la investigación científica. España: Tecnos.


[8] Basándonos en la inecuación de Clausius, podemos encontrar una nueva expresión la cual describiría el cambio de la entropía respecto al tiempo. De lo dicho en el artículo, cuando la entropía alcanza su máximo, encontraríamos un punto donde el cambio de la entropía sería cero (O sea, la derivada de la entropía sería cero) y tendríamos un sistema isoentrópico. Para mayor información:


Gordon, W. 2020. Thermodynamics. En Encyclopædia Britannica: Encyclopædia Britannica, inc.


[9] Para mayor información ver:


1. Artigas, M. (2003). Filosofía de la naturaleza. España: EUNSA.

2. Gordon, W. 2020. Thermodynamics. En Encyclopædia Britannica: Encyclopædia Britannica, inc.

3. M. W. Zemansky, Heat and Thermodynamics (5th ed. 1968).

4. Young, H. & Freedman, R. (2013). Física Universitaria Vol. 1 . México: PEARSON.


[10] D. Hume: Investigación sobre el entendimiento humano, §4.1.20-27, §4.2.28-33.


[11] Craig, W. (2015). El argumento cosmológico Kalam. Marzo 28, 2020, de Reasonable Faith Sitio web: https://es.reasonablefaith.org/escritos/escritos-de-nivel-popular/el-argumento-cosmologico-emkalam-em


[12] Swinburne, R. (1991) The Existence of God, rev. edn. Oxford: Clarendon Press


[13] Ésta parte de la argumentación es conocida como la «Fase 2» del Kalam. Aquí procedemos con un análisis lógico para determinar la naturaleza de la causa. Éste análisis conceptual nos lleva a determinar las propiedades atribuibles a Dios en el teísmo. Para mayor información acerca de la fase 2 del Kalam:


Craig, W. & Moreland, J.. (2009). The Kalam Cosmological Argument. En The Blackwell Companion to Natural Theology (pp. 191-194). Reino Unido: Wiley-Blackwell.

Comentarios


  • Facebook
bottom of page